Ser Imitadores de Cristo

     

Actualmente creemos en todo lo que el mundo nos cataloga que somos (llámese amigos, familiares y sociedad en general).

 

Siempre aceptamos las opiniones y etiquetas de otras personas, dándole la potestad directa de que influyan en nuestra vida.

 

Debemos de creer fielmente en quienes somos y para que fuimos creados, lo que pasa es que lejos y apartados de Dios, es probable que nos desorientemos y no nos creamos capaces de lograr todo por medio de nuestra fe en Jesucristo.

 

En algunos casos nos colocan etiquetas de distintos tipos como "populares, inteligente, hermosas y talentosas", pero en ciertos casos también nos topamos con etiquetas negativas como "fea, eres una ramera y hasta poco intelectual".

 

Muchas personas caen en depresión al no encajar dentro de algún círculo social, sin conocer que al tratar de encajar e imitar a los demás vamos perdiendo identidad y convirtiéndonos cada día en una copia sin valor propio; Dios nos hizo a su semejanza, genuinos y especiales. 

 

No le demos el privilegio al príncipe de este mundo (Satanás) de que nos engañe y deforme nuestro diseño original; si queremos ser imitadores de alguien que sea de Jesucristo.

 

Recordemos las palabras del apóstol Pablo en:

1 Corintios 11:1 "Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo".